Antes de empezar, me gustaría aclarar que la psicología sanitaria es la rama que todo el mundo conoce, solo que, a diferencia de la psicología clínica, la psicología sanitaria únicamente puede darse en el ámbito privado. Las sesiones se suelen llevar a cabo en consulta individual o grupal en sesiones presenciales u online.

Son muchos los mitos que giran alrededor de la psicología. Hay muchas series, programas de televisión y libros que hablan sobre ¿psicología? y aspectos supuestamente relacionados con ella.

A veces la gente no llega a consulta porque lo que conoce de la psicología asusta demasiado. Si le preguntamos a cualquier persona si sabe lo que es un psicólogo, seguramente nos dará una definición muy precisa de lo que es y qué hace pero ¿sabemos lo que es realmente?

A lo largo de este artículo vamos a hablar de qué se hace en una consulta de psicología y qué no se hace ¡Empecemos!

  1. El diván. No conozco a nadie que tenga uno en su consulta. Normalmente usamos sillas donde la persona pueda estar cómoda. Con una silla nos acercamos más a la persona, ya que ambos estamos sentados uno frente a otro y podemos tener en cuenta la comunicación verbal y no verbal.
  2. El gurú de vida. Mucha gente piensa que nuestra función es dar consejos sobre qué hacer o qué no frente a un problema determinado. Si eres una de las personas que piensa esto, siento decirte que te equivocas. Una cosa es el consejo terapéutico (decir cómo actuar frente a una patología), cosa que sí se hace pero, no tenemos la respuesta a preguntas como: ¿debería seguir con mi pareja? No sabemos cómo es tu pareja ni cómo es vuestra relación en el día a día, responder a ese tipo de preguntas sería un error por nuestra parte, porque no tenemos toda la información ni sabemos las consecuencias.
  3. El taller. Algunas personas vienen a consulta pensando que es como un taller de coches. Yo llego, tú me arreglas, te pago y todo listo. No funciona así, lo siento una vez más.
    Cuando llegas a consulta se te pedirá un rol activo, es decir, vas a tener que trabajar y esforzarte por cambiar esos patrones de conducta que usas y tanto daño te hacen ¿cuáles? Eso es lo que descubriremos . Tu psicólogo/a estará ahí para guiarte en todo momento.
  4. La cafetería. Cuántas veces habremos oído «para hablar, me voy a una cafetería con un/a amigo/a que también me escucha». Es cierto que el apoyo social es muy importante y siempre ayuda contar lo que nos pasa pero, en algunos momentos, necesitamos ayuda extra. La diferencia es la escucha activa. En consulta, se te va a escuchar con el objetivo de entender tu situación sin juzgarla. No se te va a decir si has hecho bien o mal, únicamente se tratará de entender por qué lo hiciste/haces y si te ayuda o no seguir así.
  5. La magia. No podemos arreglar todos tus problemas con una técnica mágica como meditar, hacer yoga, hipnosis…En terapia se usan muchas técnicas que tienen funciones específicas, no se puede solucionar todo con una. Usaremos las técnicas que han demostrado su eficacia científicamente para tu problema.
  6. La clave es ser feliz. Vamos a intentar que te sientas bien y, para ello, tendremos que entender que no siempre se puede ser feliz ¿imaginas estar feliz en un entierro? A la larga podremos buscarle el lado positivo a lo que nos ha pasado, pero cada emoción tiene su momento.
  7. A primo le funcionó. A veces tendemos a compararnos y generamos falsas expectativas. Tal vez eso que hizo tu primo o tu hermana, le funcionara en ese momento determinado debido a su personalidad y contexto, pero puede que a ti no te sirva ¿qué hacemos entonces? Descubrir lo que funciona para ti.
  8. Yo no estoy loco/a. Nadie lo está ¿qué es un loco? En terapia se acompaña a una persona que sufre para ayudar a elaborar ese dolor. También podemos entrenar técnicas para intentar prevenir malestar en el futuro ¿acaso conoces a alguien que no haya sufrido nunca? ¿y que no necesite ayuda para nada? Hay que ser muy fuerte para saber que necesitamos ayuda ¿podría un loco saber esto?
  9. El zombi. Se cree que cuando alguien va a consulta se le va a decir algo como «no pienses tanto» ¿se puede dejar de pensar? Tal vez si no tuviéramos cerebro…en las sesiones se entrenan técnicas de control de pensamiento, cambio y observación de los mismos pero, desde luego, no se enseña a no pensar.
  10. Vaya tontería. Por último hay que destacar esa barrera que nos ponemos para llegar a consulta. Puede que nuestro entorno nos diga que no es para tanto o que estamos exagerando ¿es así? Si piensas en ello y te preocupa, es importante para ti. Cada persona es diferente y si es demasiado, pide ayuda. No dejes que nadie te diga cómo te tienes que sentir, ni siquiera un/a psicólogo/a.

Sherezade Márquez Martínez
Psicóloga General Sanitaria ǀ Neuropsicóloga
Col. BI04948
+34 621 063 519